domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Anónimo?

No, para nada anónimo. Pero tenía tantas cosas que contarte que me olvidé de firmar en la carta. Aun así mi letra me delata, mi voz, mi sintaxis, mi ortografía.. . Todo esta barnizado de algo que aunque sea mínimo es particularmente mio, y eso me hace perder la posibilidad de ser anónimo. ¿Qué te diría con otra cara y otra voz? El anónimo no conoce el miedo ni el pudor, es invencible. Aveces he pensado en mostrarme anónimo ante ti para poder tratarte sin todos esos prejuicios que arrastras con todo lo que esta firmado con mi nombre. Es como empezar desde cero: desconocerme para que realmente me conozcas después. Eso creo, que muchas personas nunca me llegarán a conocer si no me desconocen primero, nunca..

No hay comentarios:

Publicar un comentario