Siento que te pierdo, y cada vez más lejos te vas yendo... y justo ahora, cuando todo podía mejorar, cuando yo quería optar por amarte, por quererte, por tenerte y pertenecerte… justo ahora, es cuando nos separamos.
Y me hiere que se acabe todo tan rápidamente, y me aleja del mundo la idea de tener que pasar más días sin verte, sin sentirte, sin olerte, sin observar tu perfección, sin poder conservar el alivio que produce estrechar mi cuerpo entre tus brazos tibios, llenos de delicadeza. Una noche cualquiera, como pudiera ser esta, iría a tú casa y te suicidaría. Pero no.
Extraño tu sonrisa, cuando la posabas para mi, con delicadeza, por miedo a quebrarme, porque sabes que me encanta. O cuando me abrazabas con esas ganas de romperme, como si fuese tuyo, aunque lo soy. Y yo lo sé, sé que esperas otro ‘tú y yo’.
Y en el silencio y la oscuridad de mi habitación, siento como mis ojos se humedecen, pero rayos, no quiero llorar… No puedo evitarlo, sólo siento un constante hilo de agua salada que se esparce por mis mejillas. Vaya, Juliet, empiezo a sentir que te pierdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario