una historia de piratas..
sábado, 30 de abril de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
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-¿La vida tiene tres reglas?
-Tres, y tú ya deberías conocerlas: Paradoja, humor y cambio.
Paradoja; la vida es un misterio, así que no desperdicies tu tiempo tratando de entenderla. Humor; mantén siempre el sentido del humor, especialmente acerca de ti mismo. Y, finalmente, cambio;
RECUERDA QUE NADA PERMANECE INMUTABLE, !NADA¡, NI SIQUIERA MI AMOR.
-Tres, y tú ya deberías conocerlas: Paradoja, humor y cambio.
Paradoja; la vida es un misterio, así que no desperdicies tu tiempo tratando de entenderla. Humor; mantén siempre el sentido del humor, especialmente acerca de ti mismo. Y, finalmente, cambio;
RECUERDA QUE NADA PERMANECE INMUTABLE, !NADA¡, NI SIQUIERA MI AMOR.
jueves, 28 de abril de 2011
¿Cuánto es lo bastante borracho?
-Tranquilo chico, no tengas miedo.
-No tengo miedo... he visto borrachos muchas veces.
-Oohh jojo ¿Qué pinta tienen?-No hay mucho que ver.. . Bueno no tanto como ellos parecen creer… ¿Cuánto es lo bastante borracho capitán?
-Buena pregunta, ven aquí y siéntate, te diré cuanto es lo suficientemente borracho…Bien, lo que aquí se ha planteado es: ¿cuánto es lo suficientemente borracho? Y la respuesta es que depende de las células del cerebro.
-¿Del cerebro?
-Así es, con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células, pero eso no importa porque tenemos billones…
-Primero, mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego, mueren las de el silencio y todo lo dices en voz alta, aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa, no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia, y por ultimo las células de los recuerdos... esas son difíciles de matar.
miércoles, 27 de abril de 2011
Permítase recordarla.
- No sé como hacerlo..
-Es muy simple, tiene que elegir: puede parar o empezar.
-¿Empezar?
-A caminar
-¿Hacia qué?
-Hacia donde ha estado siempre. Y quedarse ahí, quieto, muy quieto, y recordar.
-Fue hace mucho tiempo..
-No señor, fue solo hace un momento. Es hora de que salgas de las sombras, es hora de elegir.
-!No puedo¡..
-Si que puedes, y no estás solo, yo estoy con usted.. siempre lo he estado. Vuelve a jugar su juego, el único que solo usted puede jugar.. . ¿Preparado? Pues colóquese: no se reserve nada, entréguelo todo. Es el momento, permítase recordar.. Eso es, relájese, ahora es el momento.
-Es muy simple, tiene que elegir: puede parar o empezar.
-¿Empezar?
-A caminar
-¿Hacia qué?
-Hacia donde ha estado siempre. Y quedarse ahí, quieto, muy quieto, y recordar.
-Fue hace mucho tiempo..
-No señor, fue solo hace un momento. Es hora de que salgas de las sombras, es hora de elegir.
-!No puedo¡..
-Si que puedes, y no estás solo, yo estoy con usted.. siempre lo he estado. Vuelve a jugar su juego, el único que solo usted puede jugar.. . ¿Preparado? Pues colóquese: no se reserve nada, entréguelo todo. Es el momento, permítase recordar.. Eso es, relájese, ahora es el momento.
martes, 26 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
¿Qué sería de la vida sin JAZZ?
-Nigel Kennedy: http://www.youtube.com/watch?v=eZZ4gTjRxtA&feature=related
-Louis Armstrong: http://www.youtube.com/watch?v=R-xzfwDAn1I&feature=fvsr
http://www.youtube.com/watch?v=8IJzYAda1wA&feature=related
-Violadores del verso: http://www.youtube.com/watch?v=Xniya6Q3rsg
-Louis Armstrong: http://www.youtube.com/watch?v=R-xzfwDAn1I&feature=fvsr
http://www.youtube.com/watch?v=8IJzYAda1wA&feature=related
-Violadores del verso: http://www.youtube.com/watch?v=Xniya6Q3rsg
domingo, 24 de abril de 2011
Se ríe de las cicatrices quien nunca ha sentido una herida.
Romeo: "Conservar algo que me ayude a recordarte seria admitir que te puedo olvidar".
sábado, 23 de abril de 2011
Nada de rendirse pequeño, no te rindas.
Y LUEGO ME DIJO QUE MADURARA DE UNA PUTA VEZ. PERO NO ME IMPORTÓ, PORQUE EN ESE MOMENTO TOMÉ LA DECISIÓN DE QUE IBA A CONTINUAR LUCHANDO.
MIRA, HE PERDIDO MUCHAS BATALLAS, PERO NUNCA HE PERDIDO DE VISTA LA GUERRA.
MIRA, HE PERDIDO MUCHAS BATALLAS, PERO NUNCA HE PERDIDO DE VISTA LA GUERRA.
miércoles, 20 de abril de 2011
Teoría del primer amor.
El primer amor (no la primer persona que besamos, ni con la que tenemos sexo, o nos produce excitación, si no esa que realmente amamos en primera instancia), es la relación mas importante en la vida amorosa de un individuo. Podemos afirmar esto basándonos en el echo de que junto a ese primer amor nos formamos como personas y aprendemos una forma única de relacionarnos con otro como pareja. Esta forma surge solo entre estas dos personas y queda guardada en ellas como el adn transmitido por la madre y el padre, por esto mismo es imposible olvidarse del primer amor, por que luego de este el resto de nuestras relaciones son la eterna búsqueda de alguien que tenga esa misma forma de amar que teníamos con nuestro primer amor, buscamos similitudes y parecidos intentando llegar a esa misma forma. Por esto mismo muchas personas después de un primer amor pasional, eligen volver sabiendo que es ahí en donde encontraran la felicidad, otras prefieren quedarse solas buscando alguien que ame de la misma manera, tener relaciones poco estables y sin compromisos.
domingo, 17 de abril de 2011
Comiezos.
La Sombra- Hace mucho tiempo que no te oigo hablar; quisiera ahora ofrecerte ocasión para ello.
El Viajero- Alguien habla: ¿dónde? ¿quién? A mi me parece que me oigo hablar a mí mismo, pero con una voz mas débil que la mía.
La Sombra- ... ¿no te alegras de tener una ocasión de hablar?
El Viajero- Por Dios y por todas las demás cosas en que no creo, mi sombra habla. La oigo hablar, pero no lo creo.
La Sombra- Supongamos que es así, y no pensemos mas en ello. Dentro de una hora todo habrá concluido.
El Viajero- Eso es precisamente lo que yo pensaba, cuando en un bosque en los alrededores de Pisa vi primero dos y luego cinco camellos.
La Sombra- Bueno es que seamos tolerantes con nosotros mismos, los dos de la misma manera, una vez acallada nuestra razón; así no tendremos que emplear palabras ásperas ni agrias en nuestra conversacíón ni echaremos la culpa el uno al otro si acaso nuestras palabras nos fuesen incomprensibles. Si no se sabe responder completamente, basta con decir algo: esta es la condición que yo exijo cuando hablo con alguien. En una conversación un poco larga, el sabio dice al menos una locura y tres estupideces.
El Viajero- Tus pocas exigencias no son muy lisonjeras para aquel a quien se las haces.
La Sombra- ¿Es que habré de ser adulador?
El Viajero- Yo creía que la sombra del hombre era su vanidad, pero esta no preguntaría: ¿he de adular?
La Sombra- La vanidad del hombre, tal como yo entiendo de esto, no pregunta, como he hecho dos veces, si puede hablar, habla siempre.
El Viajero- Vengo observando, en primer lugar, que soy muy descortés contigo, querida sombra; no te he dicho ni una palabra, de cuanto me alegra escucharte y no solo verte. Tu ya sabes que me gusta la sombra como la luz. Para que haya belleza en el rostro, claridad en la palabra, bondad y firmeza en el carácter, la sombra es tan necesaria como la luz. No son enemigas; antes bien, se dan la mano amistosamente, y cuando la luz desaparece, la sombra se va detrás de ella.
La Sombra- Y yo aborrezco lo que tu aborreces: la noche, y amo a los hombres porque son discípulos de la luz, y me alegra la claridad con que se iluminan sus ojos, cuando conocen y descubren, ellos, los infatigables conocedores y descubridores. Esa sombra que proyectan todos los objetos cuando el rayode la ciencia cae sobre ellos; yo soy también esa sombra.
El Viajero- Creo comprenderte, aunque te expresas quizá un poco al estilo de las sombras. Pero tu tenías razón: los buenos amigos cruzan entre sí a veces, como signo de inteligencia, una palabra oscura, que para un tercero ha de ser un enigma. Y nosotros somos buenos amigos. Asi, pues, ¡basta de preliminares! Algunos centenares de cuestiones pesan sobre mi alma, y el tiempo del que dispones para soluionarlas quizá sea corto. Veamos, pues, de qué vamos a hablar con toda brevedad y con toda cordialidad.
La Sombra- Pero las sombras son mas tímidas que los hombres. ¿No le dirás a nadie el modo como hemos hablado?
El Viajero- ¿El modo como hemos hablado? Dios me libre de los diálogos escritos de largo aliento! Si Platón no hubiese sido tan aficionado a esta forma dialogada, sus lectores lo leerían con mas gusto. Una conversación que en realidad nos agrade, escrita y leída en un cuadro en que todas las perspectivas son falsas: todo es demasiado largo o demasiado corto. Sin embargo, ya podría escribir al público aquello "sobre lo cual" estemos de acuerdo.
La Sombra- Con esto me basta; pues todos verán en ellos tus opiniones, nadie pensará en tu sombra.
El Viajero- ¡Quizá te equivoques, amiga! Hasta ahora, en mis opiniones, se han acordado mas de mi sombra que de mi mismo.
La Sombra- ¿Más de la sombra que de la luz? Es posible?
El Viajero- ¡Ten seriedad, locuela! Mi primera pregunta exige ya seriedad
DISCULPA MI OSADÍA.
El Viajero- Alguien habla: ¿dónde? ¿quién? A mi me parece que me oigo hablar a mí mismo, pero con una voz mas débil que la mía.
La Sombra- ... ¿no te alegras de tener una ocasión de hablar?
El Viajero- Por Dios y por todas las demás cosas en que no creo, mi sombra habla. La oigo hablar, pero no lo creo.
La Sombra- Supongamos que es así, y no pensemos mas en ello. Dentro de una hora todo habrá concluido.
El Viajero- Eso es precisamente lo que yo pensaba, cuando en un bosque en los alrededores de Pisa vi primero dos y luego cinco camellos.
La Sombra- Bueno es que seamos tolerantes con nosotros mismos, los dos de la misma manera, una vez acallada nuestra razón; así no tendremos que emplear palabras ásperas ni agrias en nuestra conversacíón ni echaremos la culpa el uno al otro si acaso nuestras palabras nos fuesen incomprensibles. Si no se sabe responder completamente, basta con decir algo: esta es la condición que yo exijo cuando hablo con alguien. En una conversación un poco larga, el sabio dice al menos una locura y tres estupideces.
El Viajero- Tus pocas exigencias no son muy lisonjeras para aquel a quien se las haces.
La Sombra- ¿Es que habré de ser adulador?
El Viajero- Yo creía que la sombra del hombre era su vanidad, pero esta no preguntaría: ¿he de adular?
La Sombra- La vanidad del hombre, tal como yo entiendo de esto, no pregunta, como he hecho dos veces, si puede hablar, habla siempre.
El Viajero- Vengo observando, en primer lugar, que soy muy descortés contigo, querida sombra; no te he dicho ni una palabra, de cuanto me alegra escucharte y no solo verte. Tu ya sabes que me gusta la sombra como la luz. Para que haya belleza en el rostro, claridad en la palabra, bondad y firmeza en el carácter, la sombra es tan necesaria como la luz. No son enemigas; antes bien, se dan la mano amistosamente, y cuando la luz desaparece, la sombra se va detrás de ella.
La Sombra- Y yo aborrezco lo que tu aborreces: la noche, y amo a los hombres porque son discípulos de la luz, y me alegra la claridad con que se iluminan sus ojos, cuando conocen y descubren, ellos, los infatigables conocedores y descubridores. Esa sombra que proyectan todos los objetos cuando el rayode la ciencia cae sobre ellos; yo soy también esa sombra.
El Viajero- Creo comprenderte, aunque te expresas quizá un poco al estilo de las sombras. Pero tu tenías razón: los buenos amigos cruzan entre sí a veces, como signo de inteligencia, una palabra oscura, que para un tercero ha de ser un enigma. Y nosotros somos buenos amigos. Asi, pues, ¡basta de preliminares! Algunos centenares de cuestiones pesan sobre mi alma, y el tiempo del que dispones para soluionarlas quizá sea corto. Veamos, pues, de qué vamos a hablar con toda brevedad y con toda cordialidad.
La Sombra- Pero las sombras son mas tímidas que los hombres. ¿No le dirás a nadie el modo como hemos hablado?
El Viajero- ¿El modo como hemos hablado? Dios me libre de los diálogos escritos de largo aliento! Si Platón no hubiese sido tan aficionado a esta forma dialogada, sus lectores lo leerían con mas gusto. Una conversación que en realidad nos agrade, escrita y leída en un cuadro en que todas las perspectivas son falsas: todo es demasiado largo o demasiado corto. Sin embargo, ya podría escribir al público aquello "sobre lo cual" estemos de acuerdo.
La Sombra- Con esto me basta; pues todos verán en ellos tus opiniones, nadie pensará en tu sombra.
El Viajero- ¡Quizá te equivoques, amiga! Hasta ahora, en mis opiniones, se han acordado mas de mi sombra que de mi mismo.
La Sombra- ¿Más de la sombra que de la luz? Es posible?
El Viajero- ¡Ten seriedad, locuela! Mi primera pregunta exige ya seriedad
DISCULPA MI OSADÍA.
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